martes, 2 de diciembre de 2008

¿inadaptados por si solos?

cuentos para inadaptados¿?, parece etico lo que enseña el videooo¿?

no se inadaptan ellos, somos nosotros los que les inadaptamos.

lunes, 1 de diciembre de 2008

El niño inadaptado






El niño inadaptado
«La inadaptación es el resultado de la inseguridad vivida de manera angustiosa y desolada en la primera infancia».


Al hablar de niños inadaptados nos estamos refiriendo a sujetos cuya conducta adopta formas de comportamiento socialmente no aceptables, debido a determinados aspectos físicos, psicológicos, afectivos y sociales que siguen actuando sobre él de manera directa.

Familia y entorno social

El primer entorno favorecedor de la adaptación o inadaptación del niño es sin duda su familia. La madre, con su conducta, es a responsable durante al menos los tres o cuatro primeros años de la vida del niño. Diversos trabajos de investigación han puesto de manifiesto que, durante los tres primeros años de la vida, el niño tiene necesidad de un contacto estrecho, físico, psicológico y afectivo con su madre. Ella es su primer juguete, su primer amigo, su primera y más importante fuente de amor, de seguridad, de estímulos. La madre es su primer profesor-educador que e enseña y apoya fundamentalmente con el ejemplo.
La inadaptación es el resultado de la inseguridad vivida de manera angustiosa y desolada en la primera infancia. Por eso es de capital importancia que el pequeño se sienta seguro desde el nacimiento. Las ausencias maternas prolongadas, el descuido en proporcionarle el alimento y los cuidados higiénicos necesarios, el variar los horarios, el despertarle a gritos o de un portazo, el cuidar al niño o estar junto a él cuando se está bajo los efectos del mal humor, de la ira, de la rabia o del despecho... son situaciones muy negativas y traumáticas que van creando en el bebé un estado de permanente inseguridad y de alerta nerviosa, que actuará como un desestabilizador físico, psíquico y afectivo, sentando las bases de una personalidad inadaptada.
La calle puede ser también causa de inadaptación del niño. Es un medio conflictivo por su falta de espacios, su contaminación, su inseguridad, la proliferación de estímulos más negativos que positivos que reclaman constantemente la atención del niño y del adolescente hacia valores e intereses egoístas, despiadados y fríos. La calle es donde se vive constantemente el ejemplo de la violencia y de la falta de respeto y consideración tanto hacia las personas como hacia los objetos, etc.

Convivencia escolar

El tercer entorno favorecedor de la adaptación o inadaptación es la escuela.
El niño sobreprotegido y muy mimado, que no ha logrado nada por sí mismo ni ha sido entrenado por sus padres en las necesarias destrezas sociales, jugando desde bien pronto con otros niños y relacionándose sin proyectar sobre él temores y amenazas, puede presentar problemas de adaptación, al igual que el niño falto de afecto en el hogar, cuando se incorpora a la escuela.

El pequeño que llega al colegio para relacionarse con
sus iguales tiene que aprender un nuevo modo de relación, que evidentemente han de saber propiciar y enseñar los profesores de preescolar y ciclo inicial. La clave está en que el profesor-educador logre que cada uno de los pequeños se sienta importante por algo y note que es apreciado, estimado y aceptado por sus compañeros y su profesor.
No es el niño quien debe acomodarse a las pautas de la escuela o del profesor, sino que es la escuela y cada profesor en concreto los que deberán adaptarse a la realidad concreta de cada niño.

Se trata de formarlo, enriquecerlo y propiciar un desarrollo integral, más que de clasificarlo y etiquetarlo.
La inadaptación escolar se manifiesta en numerosas ocasiones por la indisciplina y por los malos resultados escolares. Hay muchos factores que pueden desencadenarla, como son los horarios sobrecargados, el exceso de deberes, la clase o el mismo colegio si no están adaptados al niño, o el sistema de enseñanza demasiado teórico y que no consigue despertar el interés y el entusiasmo del estudiante.

La adolescencia

El adolescente oscila entre la timidez y el descaro, no encaja todavía en la sociedad de los adultos y mantiene el anticonformismo como lema principal.
La «crisis de la originalidad» del adolescente saca de quicio a padres y educadores en esa persistente manía juvenil de distinguirse y diferenciarse a base de extravagancias. El adolescente se siente abrumado por la realidad de cada día, por las obligaciones y responsabilidades. Los padres y educadores debemos conocer al detalle esta etapa de crisis por la que están pasando nuestros hijos y alumnos y comprender que el paso de la inadaptabilidad a la adaptabilidad juvenil depende en gran medida de la forma en que nos comportemos y reaccionemos ante los desplantes, salidas de tono, llamadas de atención y actitudes extrañas y casi siempre insolentes del joven.

La actitud correcta del adulto ha de ser siempre firme pero comprensiva, serena e inalterable. Lo peor que puede hacer un adulto es ponerse al mismo nivel de desestabilización psicológica del adolescente, gritando, amenazando o vociferando.

Pautas a seguir
1. Escucha a tu hijo atenta y cuidadosamente, y permítele expresarse con tranquilidad y dar sus razones en un ambiente distendido.

2. Explícale la disciplina y la buena conducta con razonamientos, con voz afable y gestos afectuosos pero firmes. No le riñas por ser violento, sucio o inaplicado, sino dile las maldades e inconvenientes de la violencia, de la suciedad y de la vagancia en general.

3. Alábale aquellas conductas que deseas fomentar, y siempre que le corrijas por algo que ha hecho mal, recuérdale a renglón seguido otras ocasiones en que se portó maravillosamente. Que quede muy claro que tiene muchas cosas buenas y que puede superarse.

4. Enséñale y ayúdale a saber marcarse unos objetivos y a cumplirlos. Ayúdale con mucha comprensión a ser más disciplinado.

5. Demuéstrale en la práctica cómo no siempre se puede hacer nuestro capricho y cómo tenemos que saber acomodar nuestras necesidades y deseos a las necesidades y deseos de los demás, saliendo de nuestro egoísmo, pues necesitamos la aprobación y el afecto de quienes nos rodean.

6. Crea siempre expectativas alcanzables, evita derrotismos, ofrece alternativas y deja siempre una puerta abierta a la esperanza.

7. Un niño inadaptado es un niño desgraciado; comienza por hacerle más feliz reconociendo alguno de sus méritos y facilítale las cosas para que le sea sencillo y nada complicado adoptar conductas positivas que alabarás con entusiasmo al instante

jueves, 27 de noviembre de 2008

LOS PROBLEMAS SOCIALES DE LOS INMIGRANTES




Las migraciones ya no son lo que eran en el pasado, cuando el desarraigo, la nostalgia y el olvido eran algunas de las notas características de estos movimientos. Hoy la situación ha cambiado gracias a la mejora en la calidad y en la intensidad de las comunicaciones entre quienes se van y sus sociedades de origen. Tanto el drástico descenso en los precios de las llamadas telefónicas y los billetes aéreos (y su mayor frecuencia) como la explosión de Internet han revolucionado la vida de los inmigrantes. Sin embargo, esta mejora es sólo un aspecto en la vida cotidiana de quienes, por diversos motivos, se han visto obligados a dejar sus países. Ellos, y sus familias, aquí y allí, conocen un gran número de problemas, algunos de los cuales se exponen a continuación.
Las migraciones ya no son lo que eran en el pasado, cuando el desarraigo, la nostalgia y el olvido eran algunas de las notas características de estos movimientos. Hoy la situación ha cambiado gracias a la mejora en la calidad y en la intensidad de las comunicaciones entre quienes se van y sus sociedades de origen. Tanto el drástico descenso en los precios de las llamadas telefónicas y los billetes aéreos (y su mayor frecuencia) como la explosión de Internet han revolucionado la vida de los inmigrantes. Sin embargo, esta mejora es sólo un aspecto en la vida cotidiana de quienes, por diversos motivos, se han visto obligados a dejar sus países. Ellos, y sus familias, aquí y allí, conocen un gran número de problemas, algunos de los cuales se exponen a continuación.

La globalización y sus cambios han permitido la mejora de las comunicaciones interpersonales entre los inmigrantes y sus sociedades de origen. De este modo, los vínculos entre las colonias de inmigrantes latinoamericanos y la sociedad que han dejado atrás, sus familias incluidas, se han hecho más intensos. Pese a las grandes distancias, y al valladar que supone el Océano Atlántico, hoy hay una mayor facilidad para escuchar la radio y ver la televisión de los países de origen, así como para leer la prensa diaria. Por si todo esto fuera poco, está claro que los inmigrantes son un gran mercado y allí done hay abundante masa crítica comienza a desarrollarse una oferta comunicacional “latina” que refuerza la tendencia anterior. prensa.

Los principales problemas que enfrentan una buena parte de los inmigrantes latinoamericanos en España, y la inmigración en general, provienen de la inmigración ilegal. De ella derivan otras cuestiones de una gran gravedad social, muchas veces agravados por la existencia o la dependencia de grupos delictivos organizados, verdaderas mafias, que viven de las necesidades de los inmigrantes. Así nos encontramos con cuestiones como la marginalidad social; un deficiente acceso a la vivienda, que comúnmente se salda con la ocupación de infraviviendas; la vida clandestina o semiclandestina en la que se mueven los ilegales, que es a su vez causa de males mayores; la dedicación laboral en empleos de mala calidad o pésimamente pagados; la delincuencia, la prostitución y la explotación de menores, etc.


La falta de documentación en regla somete a los inmigrantes ilegales a un mayor estrés cotidiano, ya que no sólo les impide acceder a una serie de servicios públicos y, en menor medida, privados, sino también en determinadas ocasiones, especialmente si son detenidos por la policía, los puede situar al borde de la deportación. Sin embargo, estas últimas cuestiones dependen de las normas imperantes en los distintos países de acogida y de la nacionalidad de origen de los inmigrantes.
Teóricamente, una migración ordenada y regulada debería evitar bastantes de estos abusos, aunque es difícil reconducir de forma ordenada las corrientes migratorias.

La mayor parte de los problemas de los inmigrantes comienzan con su llegada a los países de destino y durante su integración a la nueva sociedad, especialmente en los primeros años, ya que al cabo de un tiempo muchos logran una cierta estabilidad laboral. Entre estas cuestiones destacan:
1) El acceso a los servicios sociales mínimos, como sanidad o educación.
2) El acceso al mercado de trabajo, condicionado por ciertos factores.
3) La idea, falsa pero convenientemente explotada, de que los inmigrantes restan puestos de trabajo a los locales aumenta la xenofobia y el racismo y dificulta el proceso de integración;
4) La vinculación entre la cultura y los valores de las sociedades de origen con los valores y la cultura de las sociedades de acogida. ¿Es posible la síntesis o la cohabitación entre ambos? En el caso de la inmigración latinoamericana a España, hay mayores alicientes para alcanzarla dicha síntesis, mientras que frente a la ostentación de costumbres extrañas, como el velo islámico, surgen actitudes defensivas, que a veces degeneran en racismo y xenofobia;
5) La relación entre algunos inmigrantes y la delincuencia, una relación que tiende a ser explotada políticamente por algunos grupos de extracción ultraderechista o xenófoba, que tienden a identificar a todos los inmigrantes con delincuentes, dificultando su integración y su inserción en la sociedad de acogida.

Quienes emigran no suelen ser los sectores más pobres ni los menos cualificados de sus sociedades, pero por lo general suele ser gente joven, lo que unido a su potencial y a su mayor cualificación suele provocar una sangría de capital humano en los países de origen. Ahora bien, que los emigrantes no sean los más pobres ni los más desesperados no implica que estén en una situación boyante, sino todo lo contrario. Es frecuente que se vean obligados a realizar un monumental esfuerzo para afrontar la aventura, a veces muy peligrosa y que les puede costar la vida, de la inmigración ilegal.

En los casos exitosos, los familiares (cónyuges, hijos, padres o hermanos) se benefician de las remesas de los emigrantes, ya que reciben unos ingresos que suelen estar por encima del salario mínimo de sus países. Por eso, la cuestión es encontrar la fórmula para convertir las remesas en palanca para el crecimiento y el desarrollo y no sólo una tabla de salvación individual.
Los países desarrollados necesitan de los inmigrantes y su presencia en las sociedades de destino no pasa desapercibida. El choque cultural, unido a diversas cuestiones que giran en la órbita de la inmigración, genera una serie de conflictos entre los nacionales de un país y los recién llegados: el acceso a los servicios, su financiación y el mantenimiento de ciertos estándares de calidad; la competencia por el mercado de trabajo, por más que buena parte de los inmigrantes cubra empleos no deseados por los locales; la sensación del aumento de la inseguridad, etc. Estos y otros conflictos no sólo no deben ocultarse sino que deberían incorporarse de forma prioritaria a la discusión pública, haciéndolo de una forma seria y responsable y sin condicionamientos xenófobos.

Posible delincuencia en la edad adulta


El profesor del Departamento de Psiquiatría del Trinity College de Dublín Michael Gill ha relacionado hoy el trastorno por déficit de atención por hiperactividad (TDAH) con problemas de inadaptación social y con la
delincuencia en la edad adulta.


El trastorno por déficit de atención por hiperactividad (TDAH) que padecen entre un uno y un cuatro por ciento de los niños puede acarrear problemas de inadaptación social -incluso delincuencia- en la edad adulta. Ésta es la tesis que sostuvo ayer Michael Gill, profesor del Departamento de Psiquiatría del Trinity College de Dublín, durante la última jornada del Congreso Internacional de Psicología y Educación celebrado en Oviedo. Gill destacó que el trastorno «no se debe a un gen determinado», sino que se explica por la interacción de un «complejo desorden genético y el entorno familiar, educativo y social en el desarrollo del niño». El experto destacó, asimismo, «la importancia de seguir indagando en el genoma humano en busca de las claves que posibiliten entender bien las bases biológicas» del TDAH y así mejorar las estrategias preventivas y el tratamiento farmacológico.


Julio Antonio González-Pienda, presidente del congreso, recordó que la edad crítica para detectar los casos de hiperactividad se sitúa entre los 6 y los 7 años, cuando los padres se encuentran con niños especialmente impulsivos, en constante movimiento y con problemas para fijar la atención. Cuando estos niños crecen, si su base genética se mezcla con un entorno inadecuado y no se tratan correctamente, «pueden llegar a la violencia o a altos consumos de drogas», advirtió Gill.

¿Que és la Fobia Social?




La fobia social o ansiedad social es un trastorno psicológico del espectro de los trastornos de ansiedad. Como cualquier fobia, se centra en el miedo mayor o menor (suele ser grave para considerarse fobia) frente a varios tipos de situaciones, entre las que destacan:

1.- Encuentros inesperados con conocidos, familiares, amigos, etc.
2.- Reuniones sociales en las que tendrá que relacionarse.
3.- Mantener fija la mirada con alguien.

Estas situaciones y otra serie de sucesos hacen que el que la padezca se sienta inseguro, acechado, incómodo, con sensaciones intensas y desagradables acerca de lo que pueden estar hablando de él (cierta paranoia). Esto provoca que no salga con sus amigos o con otra gente, con lo que se van distanciando poco a poco de las personas provocando un estado de soledad que se deasata enforma de adicciones o soledad, lo que provoca un inadaptación social muy fuerte.

Se suele desarrollar en la juventud, después de la adolescencia. Su aparición es mucho más común de lo que se piensa popularmente, y no hay que considerar esta fobia como extraña. Aceptarlo abiertamente en público es el mejor modo de comenzar a superarlo, para poder intentar sentirse mejor comprendido y de ese modo, aminorar la angustia.

La intensa ansiedad y angustia en situaciones de desenvolvimiento social, resulta especialmente perturbadora en los jóvenes, para quienes es de capital importancia la pertenencia a un grupo o el inicio de relaciones laborales y de pareja. En un intento de aliviar sus síntomas, descubren y utilizan, una y otra vez, el efecto desinhibidor del alcohol (“voy a tomar algo fuerte para darme coraje”), ansiolíticos y otros tóxicos.

Quienes padecen de Trastorno de Ansiedad Social (también denominada Fobia Social) experimentan un temor exagerado a ser objeto de juicios negativos por parte de otros. Es por ello que evitan de modo constante un gran número de actividades de orden social ya que cuando se exponen a las mismas sufren una gran tensión y síntomas tales como rubor, palpitaciones, transpiración profusa y temblor. Las situaciones temidas pueden ser, numerosas, y en este caso se trata del subtipo generalizado (concurrir a fiestas o reuniones, conocer gente nueva, participar de pequeños grupos de trabajo, realizar conquistas amorosas) o únicas y específicas, subtipo discreto (dar un discurso, actuar frente al público, ir al baño cuando hay personas en el ambiente contiguo).

El 39,6 % de las personas con Ansiedad Social presentan abuso de sustancias. Téngase en cuenta la importancia que este dato reviste, dado que gran parte de quienes la padecen son personas jóvenes, que presentan así un alto grado de vulnerabilidad a desarrollar una adicción. Este abuso o dependencia de sustancias y/o alcohol, como una forma de automedicarse, disminuye los niveles de ansiedad de los pacientes gracias a la desinhibición que el alcohol produce. Además, estudios realizados revelaron un promedio de 32% de Fobia Social en poblaciones de alcohólicos, un porcentaje casi tres veces mayor que en la población general.

MARGINACIÓN SOCIAL

Marginación social

En ciencias sociales, se denomina marginación o exclusión a una situación social de desventaja económica, profesional, estatutaria o política, producida por la dificultad que una persona o grupo tiene para integrarse a algunos de los sistemas de funcionamiento social. La marginación puede ser el efecto de prácticas explícitas de discriminación —que dejan efectivamente a la clase o grupo segregado al margen del funcionamiento social en algún aspecto— o, más indirectamente, ser provocada por la deficiencia de los procedimientos que aseguran la integración de los actores sociales, garantizándoles la oportunidad de desarrollarse plenamente.

La marginación consiste en la separación efectiva de una persona, una comunidad, o un sector de la sociedad, respecto al trato social; el proceso puede mostrar diferentes grados y mecanismos, desde la indiferencia hasta la represión y reclusión geográfica, y con frecuencia trae aparejada la desconexión territorial. Su carácter definitorio, sin embargo, no es el aspecto geográfico, sino el aislamiento social.

La discriminación marginal es un fenómeno vinculado con la estructura social, y está asociado con rezagos que se originan en patrones históricos y el desarrollo de un territorio determinado. Sus efectos implican un repercusiones de tipo cultural, social, educacional, laboral, y económicas, entre otros. La pobreza puede ser un estado de la marginación y viceversa, aunque el hecho de que exista una, no necesariamente implica que exista la otra.




Anorexia y Bulimia como inadaptación social


La anorexia generalmente comienza en la mitad de la adolescencia (de los 13-19 años) y afecta a una de cada 150 niñas de 15 años de edad.
Ocasionalmente puede comenzar antes, en la infancia, o con posterioridad, en la década de los 30 a los 40 años. Las niñas procedentes de familias de profesionales libres o empresarios suelen tener una mayor probabilidad de desarrollar estos trastornos que las procedentes de las familias de clase trabajadora o asalariados.
La anorexia casi siempre comienza con la dieta de cada día, que suele formar parte de la vida de cualquier adolescente. Cerca de un tercio de las anoréxicas tenían sobrepeso antes de comenzar la dieta que les llevó a la anorexia. A diferencia de lo que ocurre en las dietas normales, que finalizan cuando el peso deseado es alcanzado, en la anorexia la dieta y la pérdida de peso continuará llevando el peso de la paciente por debajo del límite normal correspondiente a su edad y altura. La paciente anoréxica ingiere una mínima cantidad de calorías al día que puede contrastar con las grandes cantidades de frutas, vegetales y ensaladas que ingiere. Además, las pacientes suelen hacer ejercicio físico enérgico o tomar pastillas para adelgazar para mantener bajo su
peso. En contraste con su propia actitud para comer, las pacientes anoréxicas pueden mostrar un gran interés por comprar comida y cocinar para los demás. Aunque técnicamente la palabra "anorexia" significa "pérdida de apetito", las pacientes con anorexia realmente tienen un apetito normal, a pesar de que controlen de forma drástica lo que comen.
Según transcurre el tiempo, sin embargo, la adolescente con anorexia puede también desarrollar algunos síntomas de bulimia. Ellas pueden provocarse el vómito o utilizar laxantes como forma de controlar su peso. A diferencia de lo que ocurre en las bulímicas puras, su peso continuará siendo muy bajo.
Todo esto es provocado por una presión social donde en las sociedades que no valoran la delgadez, estos trastornos de la conducta alimentaria son realmente raros. Entre las personas cercanas a las escuelas de ballet, donde la delgadez se valora de forma extrema, son muy frecuentes.
Generalmente, en la cultura occidental "lo delgado es bello". La televisión, los
periódicos y las revistas están llenos de fotografías e imágenes de hombres y
mujeres jóvenes, atractivos y delgados. Estos medios de comunicación
continuamente nos presentan dietas milagrosas y planes de ejercicio que nos
permitan moldear nuestros cuerpos según el patrón de esas figuras idealizadas
artificiales. Como resultado, casi todo el mundo hace dieta en algún momento u
otro. Es fácil ver como esta presión social puede dar lugar a que algunas
mujeres jóvenes hagan una dieta excesiva y eventualmente desarrollen
anorexia.
Lo que realmente no saben este tipo de personas que su delgadez extrema no "gusta" realmente, es cierto que en esta sociedad en la que vivimos hoy día lo que quiere es tener un buen cuerpo (delgadito) porque es lo que creemos que está bonito, pero una cosa es delgado y otra muy delgado, como realmene están ellas. Cuando alguien ve por la calle a una persona muy muy delgada se dice "-Mira que delgada está, le hacen falta un par de kilillos", porque realmente la sociedad quiere estar delgado o "en línea" pero no tanto como lo está este tipo de personas, lo que provoca q al verlas se de un rechazo hacia ellas porque dan impresión de enfermas o algo parecido, además ellas mismas se encierran en casa y tiene unos transtornos psicológicos fuertes, lo que les provoca una inadaptación social muy fuerte.

¿ qué es la inadaptación?

Cuando decimos que un individuo es un inadaptado tenemos que pensar que existen en ese estado unos factores inadaptantes. Para AJURIAGUERRA, el microgrupo socual que constituye el ambiente familiar es de vital importancia en la organización de la personalidad del niño. La inmaduración psíquica de los padres, el abandono, la falta de una educación eficaz, los malos tratos... causan profundos conflictos intrapsíquicos en los chicos que le pueden dejar el estigma de la indaptación en su comportamiento y en su mundo afectivo.
Cuando el chico entra en la escuela procedente de un ambiente social deprimido ésta, muchas veces , potencia y subraya aún más su proceso de inadaptación al seleccionarlo y clasificarlo resaltando explicitamente su "incapacidad". Familia y escuela, pues, van moldeando la pesonalidad del niño inadaptado y la estructura semańtica de sus sistemas de comunicación.
La incapacidad para adaptarse a las esigencias del medio ambiente social hace que en un determinado momento el chico descargue su desajuste emotivo y su agresividad contra éste . La agresión se convierte, pues, en una reacción defensiva biologicamente adaptativa.

Inadaptación social de Super Dotatos

"Me aburro..." es la frase más repetida por Miguel, de 10 años, con inquietudes sobre astronomía y zoología, y un cociente intelectual de 130, pero sus padres temen que acabe, como el 68% de los niños superdotados, en fracaso escolar. Una juez de Madrid ha reconocido su derecho a una atención educativa específica.

En cada aula puede haber un niño con alta capacidad intelectual o un talento específico, aunque muy pocos están identificados y complementan su formación.

Enrique es uno de ellos. Estudia segundo de ESO, pero además pasa algunas tardes en la Escuela de Ingenieros Agrónomos, donde realiza una investigación sobre Edafología, o en la de Arquitectura, donde estudia el impacto de terremotos en los materiales de construcción, y tiene 12 años.

El 2% de la población, unos 300.000 alumnos españoles, según los estudios, tiene potencialmente altas capacidades, pero apenas unos 3.000 están reconocidos por el sistema educativo, con medidas de flexibilización o aceleración de cursos.

Y muchos se desmotivan, rinden poco, se aislan y, al llegar a la adolescencia, sin hábito de trabajo, suspenden o abandonan los estudios.

Son capaces de "interrelacionar datos a siete u ocho bandas" , aprenden de manera distinta, hay que provocar que piensen y resuelvan. "Su velocidad de procesamiento de datos no va con la repetición, cogen las cosas al vuelo. No pueden estar copiando de una pizarra, se mueren de asco, ellos hacen una fotografía mental de cualquier cosa".

Tienen una edad cronológica, tercia la presidenta de AEST, "pero su edad mental está muy por encima. No se entienden con sus compañeros, no tienen los mismos intereses ni las mismas normas", y pueden llegar a la hiperactividad, depresión, enfermedades psicosomáticas, bulimia o anorexia,lo que provoca que se inmersen en de lleno en la inadaptación social.

El fracaso escolar entre estos 'cerebros' es "superior al 68,3%", asegura Marta Eugenia Rodríguez de la Torre, directora de Sapientec, que imparte cursos de formación preuniversitaria a medio centenar de menores seleccionados por la Asociación Española para Superdotados y con Talento (AEST) y becados por la Politécnica de Madrid (UPM).

Las asociaciones de padres critican la demora en identificar a estos alumnos y aplicar la Ley, que establece adaptaciones curriculares para su progresión.


El concepto de normalidad y sus implicación en el ámbito de la inadaptación social:

Criterio estadístico de normalidad:

Según Schneiders hay dos clases de criterios de normalidad:

· Estadístico: es lo considerado excepcional, lo que se ha apartado o se separa.
Valorativo: corresponde al punto de vista personal, lo que uno subjetivamente toma por normal o
anormal.
· Según Porot quien define el termino medio y no el normal, defiende que las variables de recursos,
comportamiento habitual... correspondan a la media y reglas normales. Lo que es común, lo que es frecuente.
Para lo que se desvíe de la media en cualquier dirección es anormal.
Según Sperman toda diferenciación es cuantitativa.
Criterio sociológico de normalidad:
Aquí el autor distingue mas entre normal y moral que entre moral y adaptado.

Criterio sociológico de la normalidad:


En este punto se hace mas referencia a la diferenciación entre normal y adaptado a lo moral.
Iguala la moral con lo bueno dentro de una valorativa global de la sociedad en cuestión.

Lo normal será aquello que no encaje con las costumbres, leyes... del grupo social normativo.

Inadaptación social y violencia (TDAH)

El trastorno por déficit de atención por hiperactividad (TDAH) que padecen entre un uno y un cuatro por ciento de los niños puede acarrear problemas de inadaptación social -incluso delincuencia- en la edad adulta. Ésta es la tesis que sostuvo Michael Gill, profesor del Departamento de Psiquiatría del Trinity College de Dublín, durante la última jornada del Congreso Internacional de Psicología y Educación celebrado en Oviedo. Gill destacó que el trastorno «no se debe a un gen determinado», sino que se explica por la interacción de un «complejo desorden genético y el entorno familiar, educativo y social en el desarrollo del niño». El experto destacó, asimismo, «la importancia de seguir indagando en el genoma humano en busca de las claves que posibiliten entender bien las bases biológicas» del TDAH y así mejorar las estrategias preventivas y el tratamiento farmacológico.
Julio Antonio González-Pienda, presidente del congreso, recordó que la edad crítica para detectar los casos de hiperactividad se sitúa entre los 6 y los 7 años, cuando los padres se encuentran con niños especialmente impulsivos, en constante movimiento y con problemas para fijar la atención. Cuando estos niños crecen, si su base genética se mezcla con un entorno inadecuado y no se tratan correctamente, «pueden llegar a la violencia o a altos consumos de drogas», advirtió Gill.
«Cuando las necesidades de un niño y la oferta escolar no caminan juntas, el pequeño -o adolescente- se aburre y puede bajar su rendimiento escolar o mostrar comportamientos inadecuados», señaló Waltrud Rosner, directora del Centro Nacional de Austria para la investigación en dotación. Por ello es necesario que el niño reciba una educación más exigente si la demanda, «incluso aunque no esté diagnosticado de superdotación», señaló. «Es necesario que se flexibilice el sistema educativo y se abandone la enseñanza para la masa de alumnos» atendiendo a las necesidades específicas de cada uno, como ocurre en Finlandia, añadió.
Y es que existen distintas formas de inteligencia humana, declaró González-Pienda, las llamadas «inteligencias múltiples» que están recogidas por la nueva ley de Educación, especialmente para adaptar las necesidades de los alumnos en Educación Infantil. «La idea de plantear el sistema educativo pensando en un alumno medio está superada», recalcó el presidente del congreso, destacando la importancia de atender a la heterogeneidad. Rosner subrayó también que la formación de los profesores es fundamental para tratar a los niños con discapacidades. Y es que, aunque la superdotación tiene un componente genético del 50 por ciento, el resto es, comentó, un «gran margen de intervención para fomentar capacidades».

INADAPTACIÓN SOCIAL Y LA INSERCIÓN SOCIOLABORAL.

Algunos de los factores de riesgo que llevan a la inadaptación social se encuentran: personalidad del niño, rendimiento académico, interacción padres-hijos)
Varios autores han intentado demostrar que la inadaptación social y delictiva es debida a causas innatas, a una "predisposición hereditaria". Aunque no se duda que la personalidad está mediatizada por facores biológicos-genéticos y socioambientales , en el caso de la inadaptación, muchos casos terminan en conducta delictiva, lo cual es mucha casualidad que siempre se de mayor concentración de ese comportamiento delictivo en las zonas más marginales. Si esta actitud fuese de alguna forma "innata" estaría redistribuida heterogéneamente por todas las zonas
Existen algunas teorías para explicar estos fenómenos:
Teorias del Aprendizaje Social (relación entre el medio ambiente y la persona, La Perspectiva Funcionalista ( dinámica social dominante es el marco social y cultural donde viven los grupos humanos.).

martes, 18 de noviembre de 2008

¿?...la inadaptacion social y fracaso escolaR¿?

Parece que.....SI,
eso es lo que piensa una gran mayoria de la población.....
¿que lastima no?...
por tener fracasos escolares.... ya debemos ser inadaptados sociales ... ¿?
Esto es lo que nos está vendiendo ¡¡¡NUESTRA SOCIEDAD!!!
INTENTEMOS REMEDIARLO, COMO FUTUROS DOCENTES QUE SEREMOS

¡¡¡ANIMOOOO!!!

domingo, 16 de noviembre de 2008

La obesidad tambien provoca inadaptaión social...

En el terreno de la salud, la obesidad tiene grandes repercusiones, ya que disminuye la esperanza de vida en 10 años y conduce a muchas complicaciones, como diabetes, hipertensión arterial, aumento de colesterol y triglicéridos, infarto de miocardio, trombosis cerebral, apneas del sueño, insuficiencia respiratoria, cólicos biliares, artrosis, gota, infertilidad en la mujer, etc. El doctor Ramos también ha señalado que “el riesgo de muerte por cáncer está aumentando un 50-60% en individuos con obesidad. Y problemas psicológicos, de inadaptación social o incapacidad laboral completan el cuadro de complicaciones”. El impacto económico de la obesidad tampoco es desdeñable, ya que, según estimaciones del estudio Delphi (2002), el coste de la misma para la administración pública y los ciudadanos es de 2.500 millones de euros anuales.

En España no tenemos los problemas de obesidad que tienen en Estados Unidos, pero no podemos dormirnos en los laureles pues los problemas vienen solos si se está atento y se trabaja para prevenirlos.La obesidad provoca directa o indirectamente gravísimos problemas de salud; problemas de inadaptación social; problemas económicos, baja autoestima, rechazo de la gente, burlas…

viernes, 14 de noviembre de 2008

bullyinG











nO es lo que parece,

¡ES ALGO MAS!


es el maltrato a muchos compañeros,


son inocentes,


son como tú y como yo,


son personas,


estudiantes,


con derechos iguales,


que los que tenemos tú y yo.






jueves, 6 de noviembre de 2008

CONSECUENCIAS DE LA INADAPTACION SOCIAL

CONSECUENCIAS
En cualquier caso,nos debemos plantear, qué supone para lso niños y adolescentes el vivir socialemnte inadaptados, hacia donde les conduce y cual es y debe ser el papel de la sociedad ante ellos.
Partimos del presupuesto de que cualquier menor inadaptado parte de desventaja ante los demás en su camino hacia el correcto desarrollo como individuos. A partit de aquí es fácil imaginar las consecuencias que les va a acarrear su condición de inadaptados, entre ellas:

Fracaso escolar, y por tanto, escasos recursos formativos que le permiten adquirir herramientas suficientes para desenvolverse en una sociedad tan competitiva como la actual.
Inmadurez en su desarrollo psicológico con el riesgo que esto conlleva para sus futuros comportamientos sociales.
Marginación, y las consecuente formas de busca alternativas de vida generalmente inadecuadas que generan situaciones de altísimo riesgo para su integridad física y emocional.
Delincuencia o predelincuencia, entiendo esta como la peor forma de inadaptación, o lo más grave,

Así se siente un inadaptado social...

Hola, me gustaría saber que clase de tratamiento puede ser indicado para mi problema. Soy un tipo que no se adapta socialmente al medio. Realmente esto se ha vuelto peor con los años, actualmente tengo 23 y no hallo solución a este problema. Me gusta aislarme, vivir en mi propio mundo, ensimismado todo el tiempo; pero llega un momento en que deseo salir y hacer lo que todo el mundo hace, salir con sus amigos, novia, etc. Pero para mi es imposible, por más que trato de abrirme al mundo no puedo adaptarme a la gente, porque en primer lugar no puedo ver a los ojos a las personas con las que platico y cuando lo hago me quedan viendo raro, esto me causa bastante frustración.

Un día estaba con unos compañeros de clase y me presentaron a una chica y ésta al ver que no la miraba a los ojos me dijo con cierta lastima textualmente en frente de todos: "Oye ¿qué te pasa ? ¿Por qué no ves a los ojos a la gente?" En ese momento quise que la tierra me tragase. Tengo una mirada profunda y a veces doy a aparentar que estoy enojado, creo que eso refleja mi mirada, eso sumado a la falta de comunicación hace que espante a los demás, creo. No funciono en los grupos de amigos, cuando llego me sale un saludo bien tímido que pasa inadvertido y cuando los miro a los ojos causo un efecto negativo en ellos, como si se les dañó el día cuando me vieron, y me evitan cuando me ven no me toman en cuenta, te juro que por más natural que trato de ser no puedo, no me sale, tengo malas relaciones interpersonales.
A mi edad no he tenido nunca novia, lo que me ha causado confusión en cuanto a mis preferencias sexuales. Me había definido hace unos años como bisexual , pero hoy vuelvo a dudar. La soledad hace que busque en la calle a personas y a veces tengo cierto contacto sexual con gays y bisexuales. Quisiera cambiar de vida pero no puedo y nadie me da la mano. Me he vuelto con el pasar el tiempo en un pervertido, soy vouyerista y exhibicionista. Como la mayor parte del tiempo paso solo, hago cosas anormales y vivo vagando por el mundo como un alma en pena, en busca de algo que no se si encontrare. Aparte tengo el deseo sexual muy elevado, me gusta ver pornografía y encuentro en eso un desahogo. Me he dado cuenta que demasiada soledad es mala.

Solo quisiera ser un tipo sano con una novia con quien salir, como lo hace todo el mundo, pero siempre vuelvo a lo mismo. Desde que tenía 16 quise cambiar pero no he podido. Todo esto me causa tantos problemas, en lo profesional, a pesar de que soy bueno en mi área no he podido progresar por mi falta de comunicación con la gente, lo que hace que nadie me conozca o prefiera evitarme. He tenido que trabajar por mi cuenta ya que un trabajo de oficina con compañeros de trabajo no me funcionaría, lo digo porque ya tuve una experiencia hace unos años, y no les caí bien, por eso he elegido trabajar independientemente. Siento que estoy dejando pasar los mejores años de mi vida por una maldita timidez o no se que diablos sea. Porque hasta hay tipos más tímidos que yo que les va mejor en la vida. Creo que necesito ayuda profesional urgente. Dame tu diagnostico, me gustaría conocer la perspectiva de otra persona. Gracias de antemano.

Inadaptación Social: origen de la delincuencia juvenil.


Concepto. Aunque el término d. (del latín delincuencia) tiene una larga vida, su divulgación pertenece al s. xx por influjo de la voz inglesa delinquency y de la importancia de los estudios realizados en EE. UU. sobre este tema. D. viene a sustituir, en el uso general, y parcialmente en el técnico, a criminalidad (v.), sobre todo desde que la Psicología, la Pedagogía y la Sociología han colocado en primer término las notas de inadaptación, prevención y reeducación frente a las de culpabilidad, lucha y castigo. Variable es también la edad comprendida dentro del calificativo «juvenil», sustituido muchas veces por los de «infantil» y «de menores», a los cuales abarcará el presente artículo. Aunque los límites de edad varían en los distintos países, en la mayoría de éstos se sitúan entre los 14 y los 18 años.


Etiología de la delincuencia juvenil:

Las teorías explicativas de las causas y factores de la delicuencia juvenil, se ven reflejados en una inadapción social ya que, una persona se ve influenciada por:
la existencia de naturalezas criminales congénitas (Lombroso), hasta colocar en primer plano el factor medio ambiente (Busemann). Von Liszt calificó el delito (v.) como resultado conjunto de la naturaleza personal del individuo y de las circunstancias ambientales.

Pero las más influyentes, para esa inadaptación son 3:

Familiares: ausencia de uno o de los dos padres, dominio excesivo de la madre o debilidad del padre, situación económica no aceptada, abandono o trabajo prematuro, deficiencias notorias en las relaciones matrimoniales, castigos corporales, ambiente familiar negativo, mal ejemplo de los padres y, en general, cuanto pueda ocasionar una carencia en la vida afectiva del niño.


Escolares: ausencias injustificadas (causa muy frecuente del origen de delitos o del camino hacia la d.), ambiente moral negativo, métodos educativos o instructivos demoledores, especialmente los que alejan de la vida real y los que imponen una disciplina unilateral, creando personalidades aptas para la desilusión y caracteres dependientes o rebeldes.

Sociales: vecindario, amistades, medios de información social. Estos últimos, especialmente el cine, se han aceptado ciegamente como causas eficacísimas, pero las estadísticas demuestran que la influencia negativa de la pantalla es pequeña en los delitos examinados, aceptándose, por otro lado, un poder catártico en el séptimo arte. El lugar resulta asimismo un factor notable: La criminalidad es mayor en las grandes ciudades que en las pequeñas, y en éstas aún más que en el campo, en el cual predominan los delitos contra la honestidad. Existen las llamadas «zonas delictivas» (delinquency areas), donde se da una criminalidad particularmente grande, localizadas por lo general en barrios que circundan el centro de las ciudades, y cuyo ambiente tara a sus moradores.


Según desde el punto psicológico Psicología y delincuencia. Circunstancias de todo tipo pueden convertirse en factores delictógenos, favorecidas por las especiales características psicológicas de la infancia y la adolescencia : sugestibilidad, excitación emocional. La afectividad es una de las bases principales de la personalidad ; la infancia es crucial a este respecto. La relación madre-niño primeramente, padre-niño después y el enfrentamiento social del yo, orientarán la psique del individuo para el futuro. Las frustraciones afectivas y las fijaciones primeras producirán anomalías psíquicas que se manifestarán por medio de actos irregulares. La carencia de afectividad da lugar a temperamentos inhibidos, depresivos, psicasténicos y fantasiosos. La hipertrofia del yo conduce al prurito de afirmación de sí frente al medio y aun contra él, ya mediante el exhibicionismo moral, ya a través de la oposición. En la adolescencia se producen fácilmente desequilibrios sentimentales que recurren a la agitación como mecanismo de defensa. Entonces y en los albores de la juventud, los extremismos en la autoridad familiar o en otra cualquiera engendran negativismo y complejos de culpabilidad o abierta rebelión. Estos estados se disparan ante excitantes ambientales o, sencillamente, por mecanismo de identificación o de proyección; otras veces, las circunstancias del medio conllevan circunstancias secundarias que crean asociaciones condicionadas. Las consecuencias son agresión, fuga y actuación delictiva en grupo. Conviene especificar que, en términos generales, la d. j. femenina es menos antisocial que autodestructiva, al contrario de lo que sucede con los muchachos.

Soluciones:

Prevención, penalidad, reeducación, además de los métodos más actuales y reeducativos parecen ser la colocación del menor inadaptado en un centro de observación, en una familia adoptiva; la creación de hogares de semilibertad (Montfermeil, Rouen, etc.), bajo la dirección de un matrimonio; la formación de comunidades y repúblicas de jóvenes (Ciudad de los muchachos, Orense; República de niños de Moulin-Vieux, en el Isére). Junto a estos experimentos, algunos ya confirmados por la eficacia, coexisten obras sociales de ámbito nacional, como las españolas Obra de Protección de Menores y Patronato de Protección a la Mujer.

La marginación como consecuencia de la inadaptación social

INADAPTACIÓN.

Mientras que el concepto de marginación no tiene porque indicar que esa persona o colectivo emita determinadas conductas para ser un inadaptado tienen que emitir determinadas conductas.

Son personas o colectivos que no sólo se encuentran al margen de lo considerado normalidad social sino que a demás tienen determinados comportamientos considerados discrepantes de las pautas comportamentales que son considerados normal en determinadas sociedades.

Chanchal define al inadaptado como un individuo que fracasa en las respuestas que da a los estímulos que su medio social le ofrece, es decir, va a ser un individuo que no da respuestas socialmente adaptativas.

Hay una dependencia gerárquica entre marginación e inadaptación, cree que hay una relación de causa efecto entre el hecho de que un individuo sea marginado y el hecho de que llegue a manifestar conductas inadaptadas. Por lo menos este es uno de los factores que lleven a la inadaptación.

No todos los comportamientos que emites a estas personas, van a conllevar que la sociedad les excluya. El hecho de que estas conductas sean aceptadas y toleradas o sean rechazadas y perseguidas va a depender de ciertas características, son tanto del individuo como del grupo social dominante. Características:

  • Nivel de tolerancia; el hecho de que sean respetadas y admitidas va a ser mayor cuanto menor sea la distancia de ese individuo con el grupo normativo. ( Mario Conde, Lola Flores).

  • La actitud que tenga la sociedad va a depender de ciertas características personales del inadaptado. ( consumidor de cocaína de clase alta y uno de clase baja).

  • Que las conductas que emita supongan o no una amenaza para el mantenimiento del sistema social.

El que un comportamiento sea considerado inadaptado o norma va a depender tanto del propio comportamiento como de:

1.- En qué contexto social se da.

2.- Quién lo manifieste.

3.- Quién sea la persona o conjunto de personas encargadas de evaluar la inadaptación.

4.- Cual sea la distancia entre ambos contextos sociales.

5.- A qué o a quién afecte.

6.- Qué consecuencias conlleve.

Desde la psicología la inadaptación es un concepto subjetivo. Desde la educación para poder abordar con éxito la inadaptación, el educador tiene que partir de la idea de que es un problema social y de que es un problema complejo.

Evitando partir de la idea de que el problema es solamente del chico inadaptado. El educador debe aproximarse lo máximo posible a la realidad de ese sujeto, ya que es muy probable de que esta sea muy distinta de la del resto de compañeros.

Tendrá que tener en cuenta tanto la visión del chaval, de su inadaptación como la de su propia percepción. No se debe olvidar de que la inadaptación es un concepto del individuo y de la sociedad.

Para conseguir esto se recomienda que el educador debe flexibilizar su forma de percibir la realidad, esto va a implicar que se haga más tolerante con sus alumnos. No sólo hay que intentar modificar al chaval sino que también se intente modificar los distintos contextos ambientales donde el niño está emitiendo esas conductas.

Entre marginación e inadaptación se va a producir un circulo vicioso, el hecho de que determinados niños pertenezcan a determinados grupos sociales desfavorecidos que no tienen una mínima calidad de vida y que no pueden satisfacer sus necesidades básicas va a hacer que esos niños no adquieren de forma natural las capacitaciones necesarias para alcanzar su adaptación social, pero paralelamente el sistema social les va a presionar de forma constante e existente para que se adapten al sistema social del grupo normativo. Se crea un conflicto entre las expectativas sociales hacia esos niños y la carencia de medios para lograr esas expectativas.

sábado, 1 de noviembre de 2008

El trastorno de hiperactividad puede acarrear inadaptación social y violencia

OVIEDO 27 ABR 2008 (LNE)

El trastorno por déficit de atención por hiperactividad (TDAH) que padecen entre un uno y un cuatro por ciento de los niños puede acarrear problemas de inadaptación social -incluso delincuencia- en la edad adulta. Ésta es la tesis que sostuvo ayer Michael Gill, profesor del Departamento de Psiquiatría del Trinity College de Dublín, durante la última jornada del Congreso Internacional de Psicología y Educación celebrado en Oviedo. Gill destacó que el trastorno «no se debe a un gen determinado», sino que se explica por la interacción de un «complejo desorden genético y el entorno familiar, educativo y social en el desarrollo del niño». El experto destacó, asimismo, «la importancia de seguir indagando en el genoma humano en busca de las claves que posibiliten entender bien las bases biológicas» del TDAH y así mejorar las estrategias preventivas y el tratamiento farmacológico.


Julio Antonio González-Pienda, presidente del congreso, recordó que la edad crítica para detectar los casos de hiperactividad se sitúa entre los 6 y los 7 años, cuando los padres se encuentran con niños especialmente impulsivos, en constante movimiento y con problemas para fijar la atención. Cuando estos niños crecen, si su base genética se mezcla con un entorno inadecuado y no se tratan correctamente, «pueden llegar a la violencia o a altos consumos de drogas», advirtió Gill.


«Cuando las necesidades de un niño y la oferta escolar no caminan juntas, el pequeño -o adolescente- se aburre y puede bajar su rendimiento escolar o mostrar comportamientos inadecuados», señaló ayer Waltrud Rosner, directora del Centro Nacional de Austria para la investigación en dotación. Por ello es necesario que el niño reciba una educación más exigente si la demanda, «incluso aunque no esté diagnosticado de superdotación», señaló. «Es necesario que se flexibilice el sistema educativo y se abandone la enseñanza para la masa de alumnos» atendiendo a las necesidades específicas de cada uno, como ocurre en Finlandia, añadió.


Y es que existen distintas formas de inteligencia humana, declaró González-Pienda, las llamadas «inteligencias múltiples» que están recogidas por la nueva ley de Educación, especialmente para adaptar las necesidades de los alumnos en Educación Infantil. «La idea de plantear el sistema educativo pensando en un alumno medio está superada», recalcó el presidente del congreso, destacando la importancia de atender a la heterogeneidad. Rosner subrayó también que la formación de los profesores es fundamental para tratar a los niños con discapacidades. Y es que, aunque la superdotación tiene un componente genético del 50 por ciento, el resto es, comentó, un «gran margen de intervención para fomentar capacidades».

jueves, 30 de octubre de 2008

Miedo en la escuela

Miedo en la escuela

gabriel lerner

23 de abril de 2007

En decenas de escuelas del sur de California sonaron las alarmas la semana pasada: en la preparatoria Bonita, de La Verne; la Vista Murrieta, de Riverside; la Birgminham, de Van Nuys.
Su común denominador fue el temor de las autoridades a que alguien, estimulado por la horrenda matanza en el politécnico de Virginia, tratara de emularla. No querían ser luego acusados de no haber tomado las medidas correspondientes.


Pero la violencia y el miedo no llegaron a nuestras escuelas en esta semana; en muchas es cosa de todos los días.
Niños se insultan, humillan, atacan, se roban, golpean, hieren y matan; introducen cuchillos y revólveres a los recintos académicos. Y drogas: marihuana y cocaína en las de más alto nivel; cristal meth en lugares más pobres.
Es una extensión de la vida cotidiana en su propio barrio.
La violencia estudiantil se concentra en zonas de bajos ingresos, alta cesantía, crimen y subdesarrollo. Pero no perdona ni discrimina por edad, ni situación económica.
Fuera de la escuela primaria Harrison, a 100 metros de mi casa en el Este de Los Ángeles, un pandillero murió hace seis meses en un tiroteo.
En la secundaria de Rolling Hills, un vecindario de altos ingresos si hay uno, encontraron a unos niños enseñándose cuchillos. Y la semana pasada alguien llevó una pistola de juguete y debieron cerrar las aulas.


En Gardena, varios alumnos de secundaria quieren ser pandilla, la KP o Korean Pride. Sus actividades son relativamente inocuas: se pasan más de 24 horas seguidas en un café internet compitiendo en juegos de video y organizan carreras callejeras —ilegales— de sus automóviles.
En una escuela intermedia en Pico Rivera cerraron la semana pasada las puertas de las clases y las salidas a la calle por horas, porque afuera, la policía estaba buscando a un fugitivo. De hecho, los cierres —lockout— de los colegios son frecuentes y en muchas áreas, cosa de cada mes.
Así, una escuela en Sun Valley cerró sus puertas cuando un padre trató de secuestrar a su hijo cuya custodia legal no le pertenecía.


La violencia está relacionada con las pandillas, aunque allí no las haya: en la secundaria South de Torrance, bastión de excelencia académica y baja criminalidad, le avisaron a un chico que vestía una camisa roja que dejase de usar los símbolos de la pandilla Bloods. Se lo dijo un muchacho vestido de azul a la usanza de los Crips.
En otras escuelas, enfrentamientos basados en la pertenencia de pandillas son constantes y cargados de agresividad.


La violencia está relacionada también a filiación étnica. En Compton, Inglewood, en el sur, se denuncian enfrentamientos en escuelas entre chicos afroamericanos —cada vez una minoría más pequeña— y latinos. Son un reflejo de guerras externas que causaron varios muertos este mismo año. Peleas multitudinarias se dan por años entre chicos latinos y armenios en Glendale.
Pero las matanzas como la del Virginia Tech y Columbine llaman más la atención. Muchas veces, porque suceden entre chicos de familias ricas, blancas o asiáticas, sin antecedentes penales, que obtuvieron armas legalmente y cometieron masacres porque eran, dicen, locos, alienados, inadaptados sociales.


Nada sobre la cultura de violencia de la que formaban parte.
Nada sobre la violencia diaria en nuestras propias escuelas y barrios.

JÒVENES INADAPTADOS

sábado 27 de enero de 2007
CRÓNICA NEGRA
Los hijos del Vaquilla
Por Francisco Pérez Abellán
Hace unos días, tres menores de 13, 10 y 8 años salieron a escape por las carreteras madrileñas con un BMW 318 blanco robado. Los polis de Coslada los confundieron con los atracadores de una pizzería y les montaron una persecución de mil demonios. Algunos de los pitufos –como ellos dicen– salieron de la carrera con las cervicales dañadas; los chavales, en cambio, no se hicieron un solo rasguño –salvo uno, que se estampó contra el parabrisas al derrapar el coche en un terraplén.
Dicen que se encontraron el vehículo con el puente hecho en la Cañada Real y lo cogieron para volver a casa. El caso es que en España hay una larga tradición de ladrones de coches que ya a los 7 años andaban con las manos en el volante. Los policías que los vieron salir corriendo del deportivo estrellado no se explicaban cómo llegaban a los pedales. Eran chicos pequeños, mal desarrollados, quizá con avitaminosis.

Mi buen amigo Juan Carlos Delgado, que lideraba una banda cuando apenas levantaba un palmo del suelo y que ha terminado enseñando técnicas de conducción evasiva a la Guardia Civil, guindó una vez un abrigo loden a un primo, de esos que llevaban entonces los niños pera. En su barrio de Getafe empezaron a llamarle el Pera, y con el Pera se quedó.

Juan Carlos distingue la potencia de un coche por el sonido y el rendimiento del motor por el olor de la gasofa. Es un conductor vocacional, reinsertado, que quiere ayudar a estos niños y arrastrarlos a la escuela. La mitad de ellos son portugueses inadaptados que, sin embargo, ya han enlazado con la tradición oral. Y se saben de memoria la película Perros callejeros, con música de Los Chungitos. Cualquiera lo diría. Chavales con problemas de desarrollo y crecimiento que hacen un puente en menos que canta un gallo y que guardan el DVD de la película de José Antonio de la Loma protagonizada por el Vaquilla y el Torete como si se tratara de un incunable del Quijote.

Son los hijos putativos del Vaquilla. Los que nunca tuvo. A finales de los 70, el Vaca irrumpía en los descampados con un R-5 a todo trapo y acto seguido echaba el freno para trazar derrapes, haciendo mugir los neumáticos. "¡Vaca, cómetelos!". Iba el Vaquilla todo tieso, echando viruta a la Madera, casi parado sobre los pedales, poniendo riñones en las curvas. Sobre todo si se ligaba un Seat 1400 o un 1600, con asientos extensibles, donde se podía estirar toda una chorba mientras vibraban en el altavoz las guitarras de los Chungos. Vaca que nadie te puede parar.

Son escenas que estos tiernos ladrones de coches, aprendices de aluniceros o de tironeros, que hacen oposiciones al chirlo o al descuido, han visto ya muchas veces, como los cinéfilos de culto Casablanca, la película del cáncer de pulmón, prieta en una atmósfera asfixiante de intriga y entrega romántica, donde siempre nos quedará París. Pocos saben que Humphrey Bogart, Bogey, murió de un apestoso cáncer de esófago, tal y como estos chicos ignoran que el Vaquilla no logró nunca la felicidad, sino una extraña y fugaz fama que todavía le hizo más difícil el cumplimiento carcelario.

Mi amigo el Pera, lleno de buenas intenciones, les enseña la agenda de los amigos muertos: todos palmaron muy jóvenes, de un tiro o de un accidente. Él lo evitó por aplicarse a la cultura, que es la única tabla de salvación.

Los que no saben de estas cosas creen que los chicos de 13, 10 y 8 años, del poblado de La Junga, un centro de realojamiento a tres kilómetros de Vicálvaro (Madrid), se montaron su propia persecución hartos de ver decenas de veces Perros callejeros, pero la cosa es más sencilla. Se echaron a lo de los coches, como auténticos hijo del Vaca, porque lo da el ambiente, porque nadie se echa a ellos para sacarles de la miseria y remediar su escaso desarrollo físico.

En un poblado que bautizaron "El Cañaveral" pero al que le pega mucho más el nombre nuevo de La Junga, porque está lleno de pequeñas fieras, se respira el polvo de las chabolas, mientras que en el barro los BMW robados refulgen más que el sol. Meter la primera y casi pararlos, desbocados, apretando el freno que los pone de pie, es una aventura incomparable que hace que te sientas como el Torete, al que le dieron la muerte del aplastamiento: un coche le desmigajó contra un muro. La muerte que quisieron otros hijos de vaca para la virginal Sandra Palo, escapados del abandono y el agobio en barrios miserables.

Esta es una pobre sociedad del siglo XXI, confundida y desesperada, en la que vuelven los sueños rotos del Vaquilla, el velorio del Torete y los retos del Jaro, aquel tipo rubiajo al que la Guardia Civil le voló de un tiro un testículo.

Estos chicos tienen al Pera, que en su día tuvo al Tío Alberto, y poco más. Los centros de acogida son tan aburridos que apenas les retienen durante unas horas. La sociedad supuestamente civilizada les machaca con normas idiotas, les niega el pan y la sal, la educación y la alimentación. Pero en casi cada puerta hay un deportivo que se abre con la llave de una lata de sardinas. Suelen estar a tope de gasofa, y no hay más que procurarse un ladrillo o un cojín para acelerar a fondo. Los guardias ni siquiera huelen el humo de los coches robados. Y si les pillan, la ley les pone a salvo. Cuando tienen trece años no se puede hacer otra cosa que echarles un rapapolvo, que es lo contrario de algo divertido, para lo que sobran cuatro letras y falta alguna gachí que se ponga caliente con un buen tubo de escape.

Vuelven el Madrid y la Barcelona de los 70, con sus persecuciones de película, ahora que aquel asfalto tapizado de droga está poblado de viejos cadáveres. Aquí, chatarrear y chorar son verbos de moda. Los nombres son lo de menos: si tienes los ojos achinados te ponen Samurái; si eres cuasienano, Pumuki; si embistes a la primera, Vaquilla. Algunos no tienen padre, y a todos los ignoran los políticos, si no está cerca el fotógrafo que haga la foto para las elecciones.

Mañana será otro puente en una furgoneta o un Audi, habrá nuevas carreras y trompos. Alguien con mal criterio ha decidido que no se puede hacer otra cosa. La Ley del Menor, lejos de protegerles, permite que sigan su entrenamiento hasta el último derrape del Vaquilla.

jueves, 23 de octubre de 2008

¿Que es la inadaptación social?


Una persona inadaptada adquiere este termino al no ser su comportamiento el requerido por el grupo de referencia, no sigue los cánones impuestos, pero el comportamiento discrepante no tiene que suponer necesariamente una situación de exclusión. La inadaptación puede darse individualmente o en grupos.